domingo, 23 de mayo de 2010

LA COMUNICACION

Comunicación directa

La comunicación directa es el modo de comunicación humana, que se da mediante una lengua natural (ya sea este oral o signada) y que está caracterizada por la inmediatez temporal. En la comunicación directa la producción del mensaje por parte del emisor y la compresión del mismo por parte del receptor es simultánea y se produce mediante la relación interpersonal. Esas condiciones le dan a los mensajes una estructura discursiva especial que se contrapone a otras formas de comunicación humanas como la comunicación escrita o la comunicación no verbal.

Algunas características de la comunicación directa

La comunicación directa, particularmente la oral, admite muletillas, la redundancia, reiteraciones, saltos de un tema a otro, onomatopeyas, y frases hechas, oraciones inconclusas, omisiones, desorden en los elementos de la oración, etc. En forma complementaria, se apoya en los códigos no verbales como lo son los gestos, del cuerpo.

Habla:El habla es el uso particular e individual que hace un hablante de una lengua. Desde esta perspectiva, como acto individual, se opone a la lengua, que es social. En lingüística, se conoce como habla a la selección asociativa entre imágenes acústicas y conceptos que tiene acuñados un hablante en su cerebro y el acto voluntario de fono-articulación que se llevará a cabo para iniciar el recorrido de la lengua.

Habla: materialización individual de los pensamientos de una persona, sirviéndose del modelo o sistema que facilita la lengua. Es la actualización aquí y ahora de los fonemas de la lengua por un hablante.

Habla o idiolecto, se define como la conducta lingüística de un hablante individual, por lo tanto, es el acto de emitir un mensaje basado en el conocimiento y experiencias de cada individuo, de acuerdo con su estilo personal.

Habla o idiolecto, se define como la conducta lingüística de un hablante individual, por lo tanto, es el acto de emitir un mensaje basado en el conocimiento y experiencias de cada individuo, de acuerdo con su estilo personal.

Acto de habla:

La escuela de Oxford y la pragmática siguen a Strawson y John Searle en tanto que consideran que "acto de habla" se refiere usualmente a lo mismo que se designa con "acto ilocutivo", término a su vez acuñado por John L. Austin en ¿Cómo hacer cosas con palabras?, publicado póstumamente en 1962.

De acuerdo al hecho por Franklin Franco Peña con Austin, el "acto ilocutivo" se da en la medida en que la enunciación constituye, por sí misma, cierto acto, entendido como transformación de las relaciones entre los interlocutores o con los referentes. Un ejemplo clásico es que al decir "lo prometo" o "sí, acepto" (en una ceremonia matrimonial) estamos, a la vez que hablando, realizando el acto. En este sentido, el "acto de habla", es decir, la emisión del enunciado puede realizarse en forma oral o escrita, siempre y cuando se lleve a cabo la realización de una acción mediante palabras.

El efectuar un acto de habla, expresando una oración correcta gramaticalmente y con sentido, implica un compromiso con el entorno. Un acto de habla puede ser solicitar información, ofrecerla, disculparse, expresar indiferencia, expresar agrado o desagrado, amenazar, invitar, rogar, etc.

El acto de habla consta de tres factores elementales:

  • Acto locutivo: es la idea o el concepto de la frase, es decir, aquello que se dice.
  • Acto ilocutivo: es la intención o finalidad concreta del acto de habla.
  • Acto perlocutivo: es el (o los) efecto(s) que el enunciado produce en el receptor en una determinada circunstancia.

También, los actos de habla se pueden dividir en dos tipos:

  • actos directos: son aquellos enunciados en los que el aspecto locutivo e ilocutivo coinciden, es decir, se expresa directamente la intención.
  • actos indirectos: son aquellas frases en las que el aspecto locutivo e ilocutivo no coinciden, por lo tanto la finalidad de la oración es distinta a lo que se expresa directamente.

Searle, quien siguió el análisis de Austin sobre los enunciados de acción o "performativos" y se centró en lo que aquél había llamado actos ilocucionarios (actos que se realizan diciendo algo), desarrolló la idea de que diversas oraciones con el mismo contenido proposicional pueden diferir en su fuerza ilocucional, según se presenten como una aseveración, una pregunta, una orden o una expresión de deseo.

Según Searle, las fuerzas ilocucionales de un acto de habla pueden describirse siguiendo reglas o condiciones especificables, dadas tanto por las circunstancias como por el propósito que se sigue en diferentes actos ilocucionarios.

Clasificación

Los actos de habla ilocutivos pueden ser clasificados según su intención o finalidad.

  • Actos asertivos o expositivos: el hablante niega, asevera o corrige algo, con diferente nivel de certeza. Ejemplo: No llenaste el auto con bencina, esta vacío!.
  • Actos directivos: el hablante intenta obligar al oyente a ejecutar una acción. Ejemplo: Ruego que vote por mi en las elecciones.
  • Actos compromisorios: el hablante asume un compromiso, una obligación o un propósito. Ejemplo: Mañana te devuelvo el auto tal como esta.
  • Actos declarativos: el hablante pretende cambiar el estado en que se encuentra alguna cosa. Ejemplo: Me niego a la decisión del juez ya que la decisión que se ha tomado esta errada.
  • Actos expresivos: el hablante expresa su estado anímico.

Alfonso Sancho Rodríguez

Si, en la clasificación de los enunciados frasales, las desavenencias entre los gramáticos pueden reducirse a problemas terminológicos, no ocurre lo mismo en la clasificación de los enunciados oracionales. El galimatías taxonómico es aquí considerable. Ni siquiera la monumental obra editada por Bosque y Demonte (1999) resuelve el problema de una forma coherente y sin grietas. Aunque la bibliografía al respecto es amplísima, ninguna de las clasificaciones propuestas supera definitivamente la que realizó Samuel Gili Gaya a mediados del siglo XX (Gili Gaya, 1943). No extrañe, por tanto, que se encuentren aquí muchos ecos del gramático catalán.

Ver gráficos proyectados en clase: Simples, complejas y compuestas

Se distinguen, en primer lugar las oraciones simples, con un solo predicado, de las complejas y las compuestas, que se construyen mediante la combinación más o menos intrincada de varios predicados. De estas últimas nos ocupamos en La oración compuesta.

Modus y dictum

Ver gráficos proyectados en clase: Modus y dictum (en preparación)

Siguiendo una orientación logicista que parte de la filosofía grecolatina y es formulada definitivamente por los lógicos escolásticos es posible dividir las oraciones según el dictum, lo que se dice, y el modus, la actitud del hablante respecto a la enunciación. El modus puede hallarse implícito, es decir, apreciarse por cuestiones pragmáticas, o explícito, y tener repercusiones morfosintácticas y suprasegmentales.

El asunto del modus está siendo replanteado actualmente por la pragmática y los teóricos de los actos de habla (Joaquín Garrido Medina en Bosque y Demonte, 1999, 3884), que establecen cuatro tipos de actos de habla básicos: declarativo (acto de aserción), interrogativo (acto de pregunta), imperativo (acto de orden) y exclamativo (acto de expresión de emoción).

La clasificación basada en el modus distingue, en correspondencia con los actos de habla, otros tantos tipos de modalidades en los enunciados, según expresen distintas posiciones del hablante, bien con respecto a la verdad del contenido de lo formulado, bien con respecto a la actitud de los participantes en el acto de comunicación (Emilio Ridruejo en Bosque y Demonte, 1999, 3211). Sin embargo, los actos de habla y sus tipos oracionales correspondientes no siempre coinciden: una oración enunciativa (declarativa) puede representar una orden y es posible que una interrogativa no pregunte nada:

¿Por qué no cierras la ventana? → Acto de habla imperativo + cortesía; oración interrogativa negativa.

Aquí se viene a estudiar y no a zanganear. → Acto de habla imperativo; oración enunciativa.

Modalidades oracionales

Parece general la tendencia a simplificar los tipos de modalidades incluyendo dubitativas y desiderativas en uno de los cuatro grupos básicos. Sin embargo, no nos parece rentable, desde el punto de vista pedagógico, la complicación conceptual de su justificación; así que seguiremos básicamente la clasificación de Gili Gaya, 1943.

Podemos hablar de seis modalidades oracionales distintas, caracterizada cada una de ellas por unas marcas determinadas:

Enunciativas

Las oraciones enunciativas se corresponden básicamente con los actos de habla declarativos y no presentan marcas necesarias (tipo no marcado). Podríamos simplificar diciendo que con una enunciativa se comunica sin más un hecho. Pueden ser afirmativas: María José es morena; o negativas: Marina no es morena.

Interrogativas

Mediante una oración interrogativa, el hablante hace una pregunta. Se caracterizan por la entonación interrogativa y, a veces, por un orden de palabras particular. Pueden ser directas e indirectas. Las primeras preguntan directamente sobre algún elemento de la oración, o sobre toda la oración: ¿Quién es Nuria?, ¿Vino Mariano?

Las indirectas forman parte de una oración compuesta; son, por tanto, proposiciones, y dependen de un verbo de entendimiento (saber, suponer, averiguar...) o lengua (decir, preguntar, contar...):

No sé qué habéis estado haciendo en la feria.

Pregúntale a uan de Dios quién es aquella chica.

En otro apartado se estudiará la diferencia entre interrogativas totales y parciales.

Imperativas

También reciben el nombre de yusivas. Son aquellas oraciones en las que el hablante da una orden. Normalmente utilizan el verbo en imperativo: Despierta, Emma.

Pero hay otras formas verbales que sustituyen al imperativo en la expresión de una orden: el futuro simple de mandato, por ejemplo, se usa mucho en ciertas zonas dialectales (Comerás esto para crecer mucho). También se puede utilizar en registros coloquiales el infinitivo: ¡A comer!. En la prohibición, es decir, en las imperativas negativas hay que utilizar el presente de subjuntivo. No es correcto decir: *No ven, sino No vengas. Otro tiempo verbal aceptable para mandato es el presente de indicativo: Por malo, hoy no vienes de paseo. Otro ejemplo de futuro de mandato es: No cometerás actos impuros. Cuando se incorpora la cortesía al discurso o se quiere atenuar la fuerza de una orden suelen utilizarse interrogativas en presente de indicativo o condicional simple:

¿Quiere hacerme este favor?, ¿Podría decirme dónde es?

Exclamativas

Son aquellas oraciones que ponen un énfasis especial en la comunicación trasmitida o que expresan una emoción:

¡Qué miedo me da el nuevo profesor de Matemáticas!

¡Qué tonterías ha dicho el profesor de Lengua!

La entonación es la que a veces convierte una enunciativa en una exclamativa.

Desiderativas:Se llaman también optativas. Son las oraciones que expresan un deseo:

¡Que tengas buena suerte!

¡Ojalá me toque la lotería!

Se caracterizan por una entonación próxima a las exclamativas y por el uso del modo subjuntivo. En realidad, están muy relacionadas con las imperativas, tanto por el modo verbal utilizado, como por su significación; por ello, muchos autores actuales las incluyen en ese grupo.

Dubitativas:Están a medio camino entre las afirmativas y las negativas. En ellas el hablante expresa una duda respecto del mensaje, evita el compromiso sobre lo que dice, indica la probabilidad de que su aseveración ocurra:

Quizá mañana llueva.

A lo mejor voy a casa de Inmaculada el sábado.

Suelen emplear el modo subjuntivo junto a adverbios de duda y probabilidad. Para expresar que un hecho se considera probable a veces se utiliza el futuro de indicativo: Serán las seis. Las dubitativas pueden tener además modalidad interrogativa o negativa (¿Será tarde ya?, No debe de ser tarde todavía).

Tipos de oraciones según las relaciones sintácticas entre sus miembros

Según la presencia o ausencia de sujeto: impersonales

Las oraciones impersonales se caracterizan por no poseer los dos miembros de la estructura sujeto + predicado, falta en ellas el sujeto. Constan de un único miembro, por eso se las llama también unimembres.No deben ser confundidas con aquellas otras en las que el sujeto no adopta forma léxica diferenciada pero va implícito en el morfema de persona del verbo:

Tenéis cinco minutos para terminar el examen.

NO ES IMPERSONAL. Sujeto: 2ª persona del plural.

SE dan varias clases de oraciones sin sujeto en español:

Impersonales de verbos meteorológicos

El significado de los verbos que sirven de núcleo a estas oraciones tiene relación con los fenómenos de la naturaleza:

Ayer llovía mucho.

Amanece muy tarde en invierno.

Nos granizó una barbaridad durante el viaje.

La ausencia de sujeto explícito es consecuencia del propio valor denotativo de estos verbos (llover, lloviznar, granizar, nevar, tronar, relampaguear, etc.). Sin embargo, en usos figurados, recuperan la posibilidad de variar en persona gramatical y de adoptar así un sujeto explícito como cualquier otro verbo. En estos casos hay que analizarlas como personales:

Amanecimos en Valencia.

A Marta le van a llover los suspensos.

Su voz tronó en la estancia vacía.

Amanecí a la vida aquel día.

Impersonales gramaticalizadas o gramaticales

Algunos verbos, que en otros casos presentan variación personal, pueden quedar inmovilizados en tercera persona del singular y rechazan cualquier sujeto explícito. Esto ocurre con el verbo haber que, además, sólo es autónomo en construcciones impersonales con tercera persona del singular. En el presente de indicativo este verbo adquiere incluso un significante especial: hay.

No hay vergüenza.

Ayer había dos mil jóvenes en el Arche.

Muchos hablantes cometen un vulgarismo, que se debe evitar, haciendo concordar en plural el verbo cuando el complemento directo es plural: *Habían muchas personas en la boda, *Habíamos muchos allí.

Es análogo el uso del verbo hacer, que hoy sustituye a haber en las referencias temporales :

Hace mucho tiempo que no vemos a Laura con Javi.
(Compárese con: No ha mucho tiempo que vivía un hidalgo...)

Con otros significados, también presenta usos impersonales:Hace frío.

Algún otro verbo se hace impersonal en ciertas construcciones:Me basta con esos ingresos.

Es muy tarde. Ya será de noche. Hoy está despejado.

Impersonales de se

El hablante puede mostrar, mediante ciertas construcciones con se que carecen de sujeto, su indiferencia hacia el realizador de la acción. Son siempre oraciones con verbo intransitivo o seguido de complemento directo con a.

En Jaén se vive bien.

Se espera al Inspector.

Matar a una mujer es fácil, se la envenena y ya está. (Jardiel Poncela)

Hay que distinguir entre estas impersonales y las pasivas reflejas (o pasivas de se), en las cuales aparece un sujeto gramatical que concuerda con el verbo y puede transformarse en pasiva perifrástica (con ser):

Se aprobó la ley la ley fue aprobada.

Se vende un piso un piso es vendido.

Otras construcciones de significado impersonal

Algunas veces el verbo en tercera persona del plural no lleva un sujeto real, ni expreso ni omitido, bien por ignorarse, por no interesar o por no tener importancia; son las llamadas impersonales eventuales u ocasionales. El contexto determinará si se trata de impersonales o no:

Dicen que va a llover (ni en el contexto ni en la situación hay nadie que lo diga).

Llaman a la puerta (no esperamos a nadie ni hemos hablado de nadie anteriormente).

La primera persona del plural y la segunda del singular se pueden utilizar también para expresar impersonalidad; las construcciones en primera persona del plural se usan mucho en el lenguaje didáctico, académico y científico; las otras sólo son admisibles desde el punto de vista normativo en registros coloquiales:

Llamamos cohecho a la acción y el efecto de sobornar a un cargo público.

Cuando tienes un cargo de responsabilidad, tienes que tomar decisiones difíciles

Clases de oraciones por la estructura del predicado

Atributivas y predicativas

Se construyen con los verbos ser, estar o parecer. Se llaman también copulativas por llevar un verbo cuya única función es la de servir de enlace (cópula) entre el sujeto y el atributo. El verbo aporta un escaso valor semántico, pues éste se centra en el atributo. Entre los rasgos distintivos del atributo está el de relacionarse con el sujeto y presentar, cuando ello es posible, concordancia en género y número:

Los alumnos de 2º A son simpáticos.

Tu amiga es antipática.

Otra característica del atributo es la de poder ser conmutado por lo. Esto podría provocar su confusión con el CD; para distinguirlos basta con recordar que, mientras el CD se conmuta por lo, la, los o las, según su género y su número, el Atr lo hace siempre por lo, independientemente del género y el número que posea.

Estos chicos son simpáticos → lo son.

Las alumnas de 2º F son feísimas → lo son.

Aunque la denominación de oraciones predicativas no es demasiado apropiada, la gramática tradicional ha utilizado este término para referirse a las oraciones que llevan un verbo que no es ni ser ni estar, es decir, un predicado no atributivo. Hay varios tipos de oraciones predicativas. En primer lugar es posible distinguir entre transitivas e intransitivas.

Transitivas e intransitivas

Las transitivas son aquellas que presentan junto al verbo un complemento (sintagma nominal o equivalente) sin cuya existencia no está completo semánticamente. Tradicionalmente se denomina a este elemento complemento u objeto directo, al que reconocemos fácilmente porque se puede conmutar por uno de los siguientes pronombres personales átonos: lo, la, los, las:

La vieja dio una limosna. No podemos decir La vieja dio, porque el sentido quedaría incompleto. Se puede conmutar por el pronombre la (la dio).Se llaman intransitivas las que no precisan de complemento directo para que el verbo resulte completo semánticamente:

María Luisa pasea.

El año pasado viajamos a Asturias.

La mayoría de los verbos pueden aparecer en ambas estructuras:

Hoy no hemos estudiado. / Hoy no hemos estudiado Lengua.

Fátima duerme. / Fátima duerme una siesta.

Sin embargo, hay verbos que suelen aparecer en construcciones transitivas y se les puede llamar transitivos como contar, decir, dar, tener, poseer, etc.; y otros que suelen construirse sin CD y se les llama intransitivos (vivir, existir, morir, ir, venir, etc.). De todas formas, hay que tener en cuenta que son las oraciones y no los verbos las que son transitivas o intransitivas.

Reflexivas

Se caracterizan porque el sujeto es a la vez agente y paciente, es decir, realiza y recibe la acción expresada por el verbo. El sujeto de estas oraciones siempre es un sustantivo animado y se construyen con los pronombres reflexivos me, te, se, nos, os, se. Pueden ser directas o indirectas según que el pronombre sea complemento directo o indirecto:

Antonio se lava (CD).

Antonio se lava las manos (CI).

Hay construcciones pronominales que, aunque tienen forma reflexiva, su significado reflexivo no está tan claro. En ellas aparece un pronombre reflexivo junto a un verbo transitivo. La función del pronombre es en estos casos meramente enfática e incluso puede ser suprimido:

Verónica se comió un kilo de chuletas. / Verónica comió un kilo de chuletas.

También son pseudo-reflexivas las que llevan un pronombre reflexivo junto a un verbo intransitivo: Yo me marcho a casa. / Yo marcho a casa. Mi padre se salió del cine. / Mi padre salió del cine. En estos casos la partícula reflexiva acentúa el significado de dinamismo y de voluntariedad del sujeto.

Hay algunos verbos cuya forma es obligatoriamente reflexiva como arrepentirse, jactarse, atreverse, quejarse, dignarse, fugarse, suicidarse, etc.:

Me arrepiento de haber estado en la conferencia.

Se jactaba de su éxito.

Recíprocas

Las oraciones recíprocas se consideran como un caso particular de las reflexivas cuando el sujeto es múltiple o plural y la acción es intercambiada por cada uno de los componentes del sujeto. Los sujetos son siempre animados y se construyen con los pronombres nos, os, se. También las hay directas e indirectas:

Ana y Paco se besan (CD).

Marta y su novio se escriben cartas larguísimas (CI).

Activas y pasivas

Algunas oraciones transitivas pueden sufrir una transformación por la que el complemento directo pasa a sujeto paciente y el sujeto se convierte en complemento agente. Además el verbo adopta la forma de perífrasis pasiva, es decir, auxiliar ser + participio. En este caso se dice que la oración se ha transformado de activa a pasiva: Los alumnos evacuaron el edificio. → El edificio fue evacuado por los alumnos. Las dos construcciones tiene un sentido idéntico pero cambia su estructura sintáctica.

El latín tenía una conjugación especial para expresar que el sujeto gramatical no es agente o productor de la acción, sino que es objeto de la acción que otro realiza. En español se perdió esta conjugación, con excepción del participio; pero, desaparecida la forma, el significado se mantuvo, y para expresarlo se formó una pasiva por perífrasis con el participio, única forma que había quedado de la pasiva latina, combinado con el verbo ser.

Tipos de pasiva

Aunque la gramática latina establecía dos tipos de pasiva, primera de pasiva (con ablativo agente) y segundas de pasiva (sin ablativo agente), la gramática española no mantiene esta separación, sino que prefiere clasificarlas, por su estructura, en pasivas perifrásticas (también denominada pasiva analítica, pasiva de ser + participio o simplemente pasiva) y pasivas reflejas (pasivas de se).

Los diputados aprobaron la ley (Activa transitiva).

La ley fue aprobada por los diputados (Pasiva perifrástica).

La ley se aprobó (Pasiva refleja).

En este último caso lo que más interesa destacar es el objeto de la acción (la ley) y por ello se coloca en lugar preferente y por lo general se omite el agente (diputados). Ésta es la razón por la que hay una tendencia a la confusión con las impersonales.

Uso limitado

A veces, bien por desconocimiento del agente, bien por voluntad de callarlo, bien por indiferencia, las circunstancias imponen el uso de la pasiva. Si no es así el español prefiere la construcción activa. En la lengua hablada actual, la pasiva tiende a desaparecer; se utiliza en su lugar o bien la activa, o bien la pasiva refleja (también llamada pasiva de se ).

Su uso, por tanto, ha quedado limitado a algunos tipos de textos, todos ellos escritos. Es especialmente frecuente en los textos científicos y humanísticos, y en los escritos administrativos.

¿Pasivas o atributivas?

La voz hace patente el tipo de relación que se establece entre el significado del verbo y el del sujeto. Muchas veces, la experiencia comunicada comporta un actor de la actividad designada por el verbo, y un paciente afectado por ella. Cuando actor y sujeto coinciden se habla de sujeto agente, cuando no coinciden se habla de sujeto paciente.

Como ya se ha apuntado arriba, en español no hay morfemas verbales diferentes para la pasiva, es decir, la expresión de los contenidos activo y pasivo no afecta a la estructura de la forma verbal, sino sólo a la construcción de la oración. Compárense estas oraciones:

Aznar fue vencido.

Aznar fue vencedor.

De los ejemplos se induce que no hay diferencias apreciables entre una atributiva y una pasiva. Con todo, por motivos prácticos debemos seguir hablando de estructuras pasivas perifrásticas y analizarlas como tales.

Cuando el participio, en alguna de sus acepciones o usos, deja de ser considerado verbo y se adjetiva permanentemente, puede darse ambigüedad entre la interpretación pasiva y la atributiva:

La edición fue reducida ('poco abundante').

La edición fue reducida ('disminuida' por alguien).

Letizia Ortiz es conocida ('famosa').

Letizia Ortiz es conocida (por alguien, en algún momento).

Son casos límite, cuyo sentido se deduce habitualmente del contexto o la situación.

Si las pasivas perifrástica apenas posee rasgos que la diferencien de las atributivas, tampoco las pasivas de se presentan características especiales en su forma verbal:

Se construyen casas.

El hecho de que el objeto designado por el sujeto (casas) sea en realidad el paciente de la actividad no impone en la estructura gramatical ningún rasgo particular. Se trata de una forma verbal incrementada por el «reflexivo» se, que alude a la misma persona designada por la terminación verbal y por el sujeto explícito. En realidad, el se ha dejado de ser reflexivo en estos casos, y se ha convertido en una mera marca de pasividad.

Restricciones en el uso de la pasiva

No todos los verbos transitivos en español pueden formar parte de construcciones pasivas en todos los tiempos de la conjugación, por más que algunas veces en las clases de Lengua se someta el idioma a ejercicios rebuscados e inútiles. Sin embargo, la explicación de estas restricciones implica la distinción entre verbos perfectivos e imperfectivos que se escapa a las pretensiones de este curso.

El análisis de este fenómeno, observado por primera vez por Bello, puede consultarse en Samuel Gili Gaya (1943, § 102), quien, tras una detallada exposición, concluye: Téngase en cuenta que el contexto y las circunstancias pueden modificar el aspecto de la acción, el del tiempo que empleemos y sus interferencias recíprocas. Por esto no cabe regla fija que prevea todos los casos que puedan presentarse.

Basten algunos ejemplos:

*La página era vuelta por el lector.

*La merluza era comida por mi prima Elvira.

*La casa es comprada por mí.

Pasivas con estar

Aún más dudoso es considerar pasivas algunas perífrasis de estar + participio, más fácilmente explicables bien como perífrasis verbales perfectivas, bien como estructuras totalmente atributivas:

El problema está resuelto.

El suceso está comentado.

Las casas de Inonsa estuvieron construidas en un año.

Está prohibido escupir a los profesores de Lengua.

Pasiva refleja o pasiva de se

Las pasivas reflejas son oraciones con significado pasivo y forma activa.

Las oraciones pasivas perifrásticas se utilizan cada vez menos en nuestra lengua, y para la expresión del contenido pasivo la tendencia más generalizada es la construcción pasiva refleja, poco frecuente en los comienzos del español. Actualmente predomina tanto en lengua hablada como escrita. Su estructura formal es la siguiente:

se

V en voz activa (3ª pers.)

SN S

Complementos

Se

firmará

el acuerdo de paz

mañana.

Se

discutirán

varios asuntos

en la reunión.

se

V en voz activa (3ª pers.)

Sub. sustantiva

Se

dice

que la carrera de Santa Catalina fue un éxito.

El SN S puede también anteponerse:

SN S

se

V en voz activa (3ª pers.)

Complementos

Estos asuntos

se

están tratando

todavía.

Las pasivas reflejas no suelen llevar complemento agente (CAg) aunque a veces, en textos periodísticos o administrativos, aparecen con él.

La propuesta de Ana se rechazó por todo el mundo.

En la evolución de la pasiva perifrástica a la pasiva refleja hay una clara intención de ocultar el agente, y, por ello, su significado está muy próximo al de las oraciones impersonales. La estructura pasiva refleja se produce cuando el agente no tiene interés para el hablante:

Los rendimientos de los deportistas fueron analizados por los técnicos.

Se analizaron los rendimientos de los deportistas.

También se usa la pasiva refleja cuando el hablante no quiere aparecer en la oración y busca esconderse en una generalización cómoda:

El paquete se recibió.

Se alquilan pisos.

Se dice que no hay clase durante la feria.

Para reconocer las oraciones pasivas reflejas y distinguirlas de las impersonales, es fundamental observar la concordancia que se establece entre el núcleo del sujeto y el núcleo del predicado. Cuando aparece el CAg no hay problema a la hora de clasificar estas oraciones. Obsérvese la concordancia en los siguientes ejemplos:

La inmobiliaria A. Rajas vende esta casa.

Esta casa es vendida por la inmobiliaria A. Rajas.

Se vende esta casa por la inmobiliaria A. Rajas.

Se vende esta casa.

Sin embargo, es frecuente que nos encontremos en los letreros y en los medios de comunicación la expresión no normativa:

*Se vende pisos.

En estos casos, cuando el SN se refiere a cosas no hay ninguna dificultad, pero si se trata de personas nace la ambigüedad:

Los pelotas alaban a los profesores.

Los profesores son alabados por los pelotas.

Se alaban los profesores.

En el tercer ejemplo caben tres interpretaciones: 1 Los profesores se alaban a sí mismos. 2 Los profesores se alaban unos a otros.3 Alguien alaba a los profesores.

Con el fin de evitar ese problema, el idioma fue extendiendo la práctica de poner el verbo en singular y al elemento que era sujeto anteponerle una preposición a para convertirlo en complemento directo:

Se alaba a los profesores.

De esta manera se resuelve la posible ambigüedad y las oraciones quedan convertidas en activas de sujeto indeterminado (impersonales) y un complemento directo de persona con la preposición a.

Este tipo de construcciones tiende a generalizarse, incluso con complementos de cosa. Sin embargo, en estos casos no hay posible vacilación ni confusión con oraciones reflexivas o recíprocas: en el ejemplo Se vendieron tierras, nadie puede pensar que las tierras se vendieran a sí mismas, ni que se vendieran unas tierras a otras.

La vacilación entre Se venden manzanas y *se vende manzanas, tan discutida por los gramáticos depende de que prevalezca la idea de que las manzanas son vendidas y por tanto con el elemento nominal concertando con el verbo, o bien que se considere que hay un sujeto indeterminado (impersonal activa).La tradicional es la construcción pasiva y la que predomina en la lengua literaria, aunque la activa se abre camino muy fácilmente en la lengua hablada. la Academia en su Esbozo recomienda tímidamente la construcción pasiva: hoy por hoy parece recomendable atenerse al uso culto, literario y más generalizado...

En singular, algunos plantean que existe la duda entre la construcción pasiva y la impersonal, pero en plural hay que afirmar rotundamente que son pasivas reflejas:

Se venden manzanas muy malas en los supermercados.

A la hora de analizarlas sintácticamente, sobre todo cuando el sujeto de la pasiva refleja es toda una proposición, una gran mayoría de alumnos comete el error de considerar la proposición subordinada como complemento directo y la oración como impersonal. Pero no cabe duda de que la proposición subordinada es sujeto si realizamos los pasos de conmutación adecuados:

Se comenta que Rafa es feúcho.

Se comenta eso. ß Sujeto en singular, verbo en singular.

Se comentan esas cosas. ß Sujeto en plural, verbo en plural.

No hay comentarios:

Publicar un comentario